Dulce espera.
- Cova de Iria

- 21 ene 2019
- 8 Min. de lectura
¨Como si de arriba me dieron demasiado
como un regalo que no merecí
como si jamás te me marcharás...
Y tal vez no sepas que yo me levanto por ti
que a veces si te falta algo no puedo dormir
que me asusta como el mundo vive el día de hoy
y mi anhelo es mirarte siempre en bendición¨
¨Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes -dice el señor-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza¨. -Jeremias 29:11- Yo, LE CREO: En estos momentos me pica todo el cuerpo, mi piel ha comenzado a estirarse, Belén crece a la velocidad de la luz, anoche no dormí, no tengo maquillaje, mi raíz del pelo es un perfecto ballayage natural, pero aquí estoy, sonriendo, y créanme o no, en completa y absoluta paz.
No mentiré a veces no es fácil, hay días duros por los cambios físicos, y si hace unos años una Melissa del futuro me hubiera dicho que iba a ser feliz así, con esta experiencia maravillosa, no le hubiera creído. No me sobra, pero tampoco me falta, y con lo que tengo he logrado encontrar mi verdadera felicidad. Dios me ha transformado y lo digo primero con el corazón hinchado de orgullo y de amor por Él, y segundo porque todo lo que me ha pasado es tan bueno, que quisiera que todo el mundo lo pudiera experimentar.
Hoy veo más allá de lo exterior, en mi interior y he encontrado una armonía perfecta, que me esforzaré por enseñarle a mi Belén. A pesar de vivir en un mundo tan ruidoso, yo he encontrado en mí interior el silencio perfecto donde hallé mi bienestar. Y aunque muchos pueden pensar que no, que son mentira mis palabras, o no vayan o entiendan mi forma de ser, con que mi alma esté llena basta, no necesito más aprobación, y eso, no necesitarla, debe ser nuestra mayor conquista. Miro atrás los años de mi vida y jamás hubiese pensado estar en el lugar donde estoy hoy, pero lo estoy, con vida dentro de mi, y más llena de vida que nunca. Hoy mi palabra favorita es ESPERANZA, porque aunque tengo miedos, dudas, temores, me enfrento al futuro de la mano de quien me da fuerzas, porque es Él quien guía y escribe con tinta indeleble mi futuro.
No negaré tampoco que he sentido miedo, que lloré cuando el peso empezó a marcar los primeros kilitos arriba, que al principio llamaba y molestaba todos los días a mi hermana llena de dudas y ansiedad, hasta que el señor me recordó que como todo en mi vida, el control estaba en mis manos, y tan solo a una oración de distancia, y que debía ponerme manos a la obra.
En mi caso el primer y segundo trimestre han transcurrido en normalidad, no vomité ni me dieron nauseas, solo un poco de dolor de cabeza al principio. Sin embargo, si he experimentado cambios físicos en mi cuerpo y emociones y acostumbrarme a ellos ha sido un proceso. En comidas no me he abstenido de nada, mi ginecólogo (al único que le presto atención) me ha dejado comer de todo pero sin abusar, teniendo los cuidados necesarios, nada crudo, cero alcohol, bajarle a la cafeína, y yo por decisión propia decidí no tomar gaseosas y bajarle al dulce que afortunadamente no me ha provocado, me he inclinado más por la comida de sal, y ya también luego de orden medica he empezado a caminar. Esto en cuanto lo físico.
Emocionalmente, la sensibilidad dentro de mí está más a flor de piel que nunca (ya se pueden imaginar) y espiritualmente, he logrado estabilizarme a través de la oración, el santo rosario y María, la más pura, la más bella, el mejor ejemplo, la mejor guía, y la MEJOR compañía en la dulce espera. Muchos años amándola, estudiándola, y pidiendo su intercesión, siempre sintiendo su presencia y su guía, pero sólo hasta este momento de mi vida, imaginándome todo su amor y entrega, he podido realmente comprender por qué fue la escogida, la bienaventurada. Sólo hasta ahora he podido entender su entrega, la inmensidad de su amor por su hijo y por nosotros sus hijos al haber entregado su vida en obediencia, soportándolo todo con amor, como solo una madre sabe hacer.
Ella, la madre de la dulce espera, la concebida sin pecado original, la que fue colmada de todas las gracias, la única merecedora del único don concedido a criatura alguna: ser la Madre de Dios, es quien mira compasiva a las madres gestantes, a aquellas que desean serlo, y a aquellas que lo son, a todas las mujeres que recurrimos a ella en busca de paz, ternura, seguridad y confianza. Es quien me acompañó cuando oraba para quedar embarazada, quien me abrazó desde el segundo en el que supe que lo estaba, y quien me ha dado fuerzas en estos cinco maravillosos meses recorridos.
Para mi, el embarazo ha sido toda una nueva experiencia, porque yo en realidad nunca me había preparado para este momento. Puedo decir que no sabía NADA de embarazos, de bebes, pero de una forma milagrosa, como me ha sucedido siempre después de un periodo largo de oración, Dios me ha ido convirtiendo poco a poco para cambiar mi corazón y prepararme para evolucionar en la madre que Él quiere que yo sea. Hoy me la paso leyendo, viendo vídeos en youtube, y siguiendo mi instinto, porque aunque podamos leer muchas cosas, ver muchas cosas, el milagro de ser mamá viene acompañado del perfecto manual de instrucciones: nuestro corazón e instinto de madres, y cómo ese, NO HAY NADA IGUAL.
Me quedo corta en la descripción de quien ha sido María en esta etapa de mi dulce espera, porque he llegado a la conclusión que ella es una criatura TAN GRANDE, TAN BELLA, TAN PERFECTA, que es humanamente indescriptible. Pero aquella que ha sido mamá, quiere serlo, o está embarazada, imagínense ese amor tan grande por sus hijos, eso que las hace sentir capaces de todo, y ahora traten de ponerse en el lugar de ella, llevando en su vientre al Rey del mundo, y aún así ser capaces de poseer toda la humildad, la sencillez, la bondad, la dulzura, y despojarse de todo sentimiento humano para seguir la voluntad de Dios y entregarnos a su hijo, ¡DEMASIADO GRANDE! ¿verdad?
Creo que nunca antes en mi vida me había detenido a mirar o a tratar de entender a las madres. Tengo a la mía, y ciertamente anteriormente no había sentido la INMENSIDAD de gratitud que hoy siento por ella, porque cuando somos hijos, amamos a nuestros padres y les agradecemos, pero al convertirnos en papás pasamos a un nuevo nivel que SOLO somos capaces de comprender de esta manera. Antes podemos llegar a criticar o a ¨juzgar¨a algunos padres, tildarlos de exagerados o excesivos, o no entendemos o le damos la importancia y simplemente somos indiferentes con estos temas, yo de verdad antes NO ME DETENIA A PENSAR en nada de esto, y bueno... leanme ahora jajaja. ¿Uds han visto esos vídeos donde los animales salen a proteger a sus cachorros como locos?, bueno, así me siento yo, ese es el instinto maternal, como el de una leona cuando sale a la defensa de sus leoncitos.
Hoy en día considero importante entender también y ponernos en lugar de los nuevos padres. La dulce espera es un estado maravilloso, y sin duda alguna ser mamá es una experiencia emocionante, pero llena de tantos sentimientos incontrolables e intermitentes, por los cuales debemos llenarnos de comprensión y RESPETO, primero hacia esa mamá que experimenta tantos cambios, y segundo hacia esa criatura que está por llegar. Yo he recibido todo el amor que le han manifestado a mi hija con absoluta gratitud, aprecio y valoro todo el interés hacia ella, y recibo con agrado y amor todos los consejos que sé que vienen con buena intención. Pero también quiero gozar y aprender de mi propia experiencia, siento que es mi momento, que es mi hija, y son mis decisiones, y que tengo todo el derecho de gozarme todo a mi voluntad y la de su papá.
Son nuestros hijos, es nuestro momento y son nuestras reglas. Y eso, es algo que debemos esforzarnos por entender y respetarle a todos los papás ya que la llegada de un bebe es un momento muy intimo, irrepetible, y demasiado importante, es nuestro, y ya le llegará a cada quien el suyo, pero mientras llega debemos respetar con amor el ajeno, no ser imprudentes con nuestras palabras opiniones o deseos, y entender que por más que queramos dar nuestra opinión, siempre son los padres quienes tienen la ultima palabra. Ah, y lo más importante, no debemos resentirnos por eso.
Definitivamente la dulce espera es una realidad, y como toda realidad esta llena de una cantidad de retos, debemos mirar con fuerza y esperanza y aferrarnos en esta espera en Dios y María, para que nos acompañen en este caminar lleno de tantos sentimientos, donde convergen alegrías y temores, esperanzas y dudas, ilusiones y dificultades, anhelos y malestares, convicciones propias y criticas imprudentes (NO FALTAN) verdades y mentiras, gozos y sinsabores, sueños y realidades. Debemos comprender la predilección con que el Creador nos ha mirado, y debemos orar para que nunca nos falte el santo temor de Dios y nos regale humildad para vivir plenamente la fe, y a la virgen María, la Madre que más sabe de amores, que encienda en nosotras el fuego del amor de Dios, para que sepamos conducir a nuestros hijos a la verdadera felicidad.
Quisiera terminar compartiéndoles mi rutina de oración y acción por Belén durante el primer trimestre y lo que va del segundo, como guía para que construyan las suyas para su dulce espera, recuerden que no hay pasos específicos, estamos aprendiendo, solo debemos pedirle a Dios que inspire nuestros corazones a través de su Espíritu. Me gustaría me compartieran las suyas, sus experiencias y consejos, y si saben de algún buen libro o película que me pueda servir, bienvenido.
1. Comienzo mi día con alabanza. Mientras me baño me gusta escuchar y ponerle a Belén canciones de Dios y así empezamos nuestro día con energía y en compañía de Dios. Mis favoritas en esta etapa han sido:
-Tu estas aquí. Marcela Gándara Ft Jesús Adrian.
--No me daba cuenta - Jesus Adrian.
-Princesas mágicas - Jesus Adrian.
-Te veo - Jesús Adrian.
-From this moment - Shania Twain.
-Miracle - Celine Dion.
-La Gloria de Dios - Ricardo Montaner.
- No crezcas más - Tercer cielo.
2. Bendigo diariamente a mi bebe, y le pido a Dios que me ayude a cultivar pensamientos positivos cada día. Pido exactamente por aquellas cualidades que quiero para ella, físicas, emocionales y espirituales. Declaro diariamente salud, la cubro y pido protección de todo mal deseo, y sello su vida en Cristo, oro especialmente por romper cadenas de herencias generacionales que impidan se haga la voluntad de Dios en su vida. (Tenemos poder para hacerlo)
3. Hago la novena de la dulce espera, añadiéndole compromisos propios cada vez que la termino y comienzo de nuevo.
4. Rezo el rosario en acción de gracias por mi bebe y por el don de la vida.
5. Rezo diariamente el Magníficat meditándolo y aplicándolo a mi vida personal.
6. Visito el santísimo frecuentemente agradeciéndole las bendiciones traídas a mi vida, especialmente la de haberme dado una hija. Al final de mi visita dedico los últimos minutos a orar solo por la bebe, en mis propias palabras, por su persona y para llegar a feliz termino en el embarazo con paz y tranquilidad. Llevo conmigo también una recopilación de oraciones católicas para embarazadas que he ido recopilando de internet y de libros de oraciones. 7. Me encanta leer en la Biblia el pasaje bíblico de Lucas 1: 26-38 lo he meditado y he estudiado con especial predilección en esta etapa y me ha fortalecido mucho.
8. Hablamos diariamente y en todo momento con Belén, le damos los buenos días (su papá y yo), le explico que vamos camino al trabajo, y todo lo que hacemos, lo que estoy sintiendo, cuando oro le digo que vamos a hablar con Dios, le hablo de María, le pido a nuestra madre que le regale todas sus gracias, le damos las buenas noches, y le recordamos lo amada y esperada que es.
9. Por el tiempo de gestación en la que está ya he empezado a estimularla, diariamente le pongo cinco minuticos de música al vientre con los belly buds (audífonos para el vientre) otro ejercicio que he empezado a hacer es con una lámpara de mano le pongo y apago la luz.
9. He leído hasta ahora dos libros maravillosos acerca de formación familiar para esta etapa que me han ayudado mucho :
- Cómo tener una familia bendecida de Juan Alberto Echeverry. (Espiritual)
- Ser mamá - María Clara Rodríguez (Teórico - práctico)
Con cariño,
Mely






Mely, te juro que me dieron ganas de vivir lo mismo, basándome obviamente en tú experiencia! Me eleva las expectativas de mi vida leerte, Dios te bendiga a ti y tu familia!
WAOOOO, sin palabras. Solo Dios basta para que traiga a tu mente tanta sabiduría. Esperamos a Belen.
Melisa que camino tan bonito has escogido y que buenas palabras y acciones haces para que esa Belén y Uds florezcan en un ambiente idóneo de fe paz y amor. Felicidades y espero que vivan una vida lo más de satisfactoria. La estimo bastante