Un cambio de percepción.
- Cova de Iria

- 11 sept 2018
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 12 sept 2018
“Por eso, no nos fijamos en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” 2 Corintios 4:18
-Dame la receta para aceptarme Mely, para confiar y amar mejor-. Semanalmente me llegan mensajes preguntándome por recetas inmediatas para sentirse mejor, para ser mejores, o para conocer, escuchar y/o amar más a Dios. -¿Qué hago, cómo hago?- A veces me río y otras tantas me desconcierto al ver que hay tantas dudas alrededor de recibir respuestas inmediatas de Dios, o por querer cambios en nosotras que ocurran en una hora, porque quisiera realmente hacerles saber que no hay recetas “mágicas” o una respuesta específica, y es que cada una de nosotras ha sido diseñada en un molde que responde solo para nosotras mismas. Necesitamos un cambio de percepción en varios aspectos que nos llevan a querer inmediatez, hoy les traigo no una receta, pero si una propuesta para cambiar esa forma en la que nos vemos a nosotras mismas.
En este camino de confiar en Dios y reconocernos como sus hijas, la aceptación, estima, confianza, amor propio son un viaje que hace parte de nuestra historia, en donde yo también me monto cada hora, cada instante, en cada segundo, me bajo, o me caigo, y me vuelvo a montar. No hay una fórmula perfecta, porque para cada quien es diferente. Debemos creer más en la auto exploración, en mirar a nuestro interior. No hacerlo o darle larga puede estar afectando nuestra vida, yo trabajé mucho en mi interior y lo hago tanto como puedo. Así que mis queridas, ¿receta? No hay. Lo que si hay es un constante confiar consciente, al cual las invito, y que lo hagan como un hábito de vida. Sin duda alguna, puedo entender el enfoque de no etiquetar, de respetar, porque la primera etiqueta proviene de nosotras mismas y esa sí que es dura y destructiva, yo las invito a cambiarla por una en la que nos reconozcamos interiormente más y mejor.
Muchas veces la necesidad de estas respuestas inmediatas proviene de nuestros deseos ansiosos derivados de aquellas situaciones que nos hacen vulnerables. Entonces en la vulnerabilidad necesitamos hacer nuestro primer cambio de percepción. Yo también me he sentido en un sin fin de veces vulnerable, pero encontré en la vulnerabilidad el dulce chocolate que me permito comer. En la vulnerabilidad me pierdo y me encuentro. Es la vulnerabilidad la que me permite despojarme de esas etiquetas que yo misma como parte de una sociedad acepté llevar y que un día dije ¡Ya no más!
Si quiero llorar, lloro, si quiero estar seria lo estoy, si quiero guardar silencio, pues lo hago, lo que no me permito es buscar culpables. Yo soy responsable de todo lo que pasa en mi vida, de las ilusiones que compro, de las percepciones que tengo sobre cualquier circunstancia y soy 100% responsable de mis juicios, pensamientos y emociones. Si quiero escribir, escribo porque para mí es abrir el alma y me calma. Escribo porque me da fuerza, me empodera, me emociona, me llena, me alegra, y me permite dejar de sentirme vulnerable. Así que he experimentado una sensación de libertad y también de incertidumbre, que me indica que soy vulnerable a tantas cosas y sentimientos, pero víctima jamás. ¿Te permites ser vulnerable? Honestamente no me sorprende la pregunta porque también me daba vergüenza ser vulnerable, porque con el tiempo fuimos aprendiendo que había algo malo en eso, nos escondimos en la superficialidad de aparentar lo que quizás no estamos sintiendo.
Otro aspecto a cambiar, es la percepción cuando buscamos culpables, incluso en relaciones de pareja, en infidelidad, en la situación país, en economía, soy víctima y le entrego mi poder a otro. Me diagnostico mal de la vulnerabilidad, no de la victimización. Así que inyéctate amor, date vitaminas de cariño, pero no le entregues tu poder a otro ¿Te has observado siendo víctima? Tengo años experimentando cambios en mi vida gracias a que por experiencias muy personales entendí que Dios me ha permitido ser libre, y que esta libertad debo usarla como ventaja, esto cada vez cobra más vida en mí. No puedo alardear de ser la mejor alumna, mi resistencia e incredulidad ha interferido en muchas ocasiones, he cedido al miedo más de lo que quisiera reconocer.
Otro cambio de percepción N E C E S A R I O se encuentra en nuestra forma de entender el miedo. Sustituir el miedo por pensar en que SOY MERECEDORA transforma mucho mi interior, en ocasiones no me creía merecedora, creía que la vida de los demás si podría ser especial y la mía no. Esta semana, no solo revises tu agenda de proyectos por cumplir, revisa también cómo te tratarás TÚ. Evalúa cada uno de tus pasos, desde cuando eras esa niña que se hizo mujer, esa mujer que fui, hizo el individuo que soy ahora, en constante transformación, en la búsqueda de mi mejor versión. Y ¿saben qué? Ya no creo que la mejor versión tenga que ver con el cuerpo (nada más), con “cómo nos vemos”. Lo que soy por fuera es un reflejo de cómo me encuentro ahora mismo por dentro. Hasta el punto que me muestro como soy sin buscar aprobación, porque esta soy yo y sin duda es el lugar que quiero ocupar.
En esta era donde todos señalamos el aspecto físico para sacar conclusiones sobre la salud y otros aspectos de una persona, yo te digo a ti desde mi experiencia, que no hay cuerpo sano sin mirarnos, que no hay vida feliz sin alinearnos, que no hay respeto sin auto respetarnos, que no hay prosperidad, sin abundancia en el corazón. Hoy tengo la certeza que hay que aprender a valorar lo que sentimos, -bueno o malo-. Ahora me doy permiso de sentarme y mirar la tristeza de frente hasta que sane, hasta que la comprenda y lleguemos a un acuerdo que nos permita seguir avanzando.
Debemos hacer las paces con esos duros momentos donde te sientas a pensar en los errores cometidos en la toma de decisiones, porque incluso las personas más dedicadas y entusiastas comenten errores. Vivimos en una sociedad que nos vende ideas llenas de ilusión y sentirnos desilusionados nos acaba por dentro. La ilusión del éxito, del conocimiento, de gente súper feliz (todo el tiempo). Y la verdad no nos cuentan que hay horas y horas de MUCHO trabajo e incertidumbre. Sin duda, la adversidad siempre va a tocar la puerta, pero si tienes un motivo que está arraigado a tu piel, que está impregnado, vas a seguir. Ustedes siempre me preguntan que si continúan o no, y yo siempre les respondo con esta pregunta ¿recuerdas por qué empezaste?. “El éxito es la habilidad de ir, de fracaso en fracaso con entusiasmo”. Sé que estamos enfrentando muchas adversidades hoy en día, elige cómo sentirte ante cualquier situación. Tómalo como filosofía, piensa que cada obstáculo está ahí por algo. El obstáculo es el camino, pregúntate ¿Que puedo aprender de esto? No hay que perder el tiempo molestándose, hay que tomar acción, pensar que ya ha pasado. Tómalo como un pequeño ejercicio para conocerte ¿cómo reaccionas? Recuerda: “Dulces son los frutos de la adversidad” ¿Cómo estás enfrentando las adversidades hoy en día?
¿Cuantas veces al día dudas de ti? También estuve ahí, es como estar en una especie de cárcel, no te mueves, hasta que alguien te da el visto bueno, siempre esperando que alguien más crea en uno para CREER. En esta era donde todos tenemos diferencias tan marcadas de pensamiento, de estilos de vida, de filosofía, es válido que tú también tengas tu propia opinión, esa que nace de ti. Yo comprendí algo que fue milagroso en mí: Todos tus conceptos son válidos, incluso si te cuestionas o te equivocas a diario por ellos. Son válidos porque se originan en ti, en lo que eres en este momento. Entonces te digo yo a ti, sal de la cárcel, crece, transformate, tienes permiso divino de ser la persona que quieres ser. ¿Te has sentido en esa cárcel?
Todos pedimos coherencia, todos pensamos que lo somos, pero yo he comprendido que la coherencia no solo se trata de “no contradecirnos”. Honestamente nos lo han planteado muy mal, Se trata de saber quién eres. No solo entender que edad tengo, como me llamo, si soy bajita, alta, flaca o gorda. Si me gusta lo salado o lo dulce, la noche o el día. Por eso hoy, con este blog, te invito a hacer un cambio de percepción acerca de todo lo que vives, sientes, piensas, transmites, te mueve, te emociona, y te hace reaccionar. Cambiar el qué te incomoda, y PROFUNDIZAR más bien por ¿Qué te define? Estoy convencida que es una de las preguntas más difíciles que un ser humano puede plantearse.
Comprendo a las personas que se pierden tratando de mantener coherencia, que se cuestionan, que se transforman constantemente, que evolucionan y cambian radicalmente, al contrario, para mi es parte del proceso de conocernos profundamente, de descubrir que somos una nueva persona todos los días. Un discurso coherente solo lograrás cuando conoces bien quien eres, de esta manera: “lo que dices no se contradice con lo qué haces”. Así que seamos más empáticas, recordemos siempre que aquí todos estamos aprendiendo a VIVIR… en Dios.
Cuando cambias de percepción sobre tu vulnerabilidad y el miedo y te enfocas en profundizar en quien eres:
1) Te amas y te conviertes en tu mejor amigo (dejas de buscar la perfección). 2) Te da la dirección hacia dónde quieres ir: ¿a dónde voy? ¿Qué quiero hacer?, -te ayuda a trascender-. 3) Te permite saber que necesitas para alinearte a tu propósito de vida. 4) Logras tener coherencia.
Besos, Mely






Comentarios